PROTECCIÓN DE MARCAS DE VINO, EN EL EXTRANJERO

PROTECCIÓN DE MARCAS DE VINO, EN EL EXTRANJERO

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ESTRATEGIAS DE PROTECCIÓN DE MARCAS DE VINO, EN EL EXTRANJERO.

2017 se ha caracterizado por buenos datos para los productores de vinos de Chile. Recientemente, se informó que aumento la exportación de vino chileno embotellado y al mismo tiempo, se disparó el consumo de vino chileno en China (+21,7%) y en Estados Unidos (+37%).

Este aumento de las ventas en el extranjero debe venir acompañado de una estrategia proactiva para la protección legal de las marcas en los países de destino.

Nuevos mercados geográficos

La estrategia de protección internacional de las marcas debe reflejar el “business plan” diseñado en el corto, medio y largo plazo. Esto es de especial importancia porqué el registro de una marca puede ser más o menos largo según cada país. Además, para alcanzar los objetivos establecidos en el plan de negocios seguramente tendrán ocasión de reunirse con posibles distribuidores o socios comerciales. Estos contactos pueden resultar peligrosos en presencia de terceros maliciosos que querrán aprovecharse de su notoriedad y registrar su marca a sus espaldas. Por eso, un registro de marca preventivo es muy aconsejable y permite así evitar gastos importantes e imprevistos en el futuro.

Además, antes de invertir dinero en una solicitud de marca tendremos que determinar las posibilidades de registro en cada uno de los países de interés. Por un lado, se analizan los antecedentes registrales que pudieran impedir la concesión de la marca (evitando así posibles infracciones marcarias y sus consecuentes demandas). Por otro lado, es imprescindible tener en cuenta si la marca deseada no tiene connotaciones negativas en el mercado de destino.

Nuevos productos y servicios

La diversificación de la oferta de productos y servicios de las bodegas influye directamente en la clasificación de las marcas. Cada marca se solicita para productos y servicios concretos, conformemente a la clasificación de Niza. Históricamente, las marcas de las bodegas de vino se solían clasificar únicamente en clase 33 (bebidas alcohólicas). Sin embargo, con la diversificación de la oferta, podemos añadir la clase 3 (para diferenciar cosméticos para el cuidado de la piel), la clase 41 (para las actividades culturales relacionadas con el vino y las catas), la clase 43 (servicios de hostelería y restauración ofrecidos en los viñedos) y la clase 44 (para los tratamientos de higiene y de belleza para personas, tales como los spas).

Debemos de tener presentes que una vez solicitada la marca, ya no podemos añadir nuevos productos y servicios. Para que nuestra marca contemple los productos y servicios nuevos, tendremos que solicitar una nueva marca, lo que supone un nuevo desembolso monetario. Para evitar esta situación, recomendamos incluir cada uno de los productos y servicios que nuestro plan de negocio contempla.

Finalmente es importante mantener una vigilancia de las marcas tanto a nivel nacional, como internacional.

Para más información, escriba a info@andesip.com